"...Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza..." dice Santa Teresa en estas famosas palabras. Así es para mí el arte, y sin entrar en temas religiosos y de creencias (que podría), pero que no vienen a cuento. El arte no se muda, somos nosotros en tal caso quienes nos vamos a otro sitio cuando queremos, abandonándole.
Por mi parte y sin medir el tiempo de los seres humanos yo intento hacer algo todos los días, tengo la firme creencia que es esta mi aportación a un mundo que poco a poco veo cambiar de una manera positiva.
Un dibujo, una acuarela, registrar una situación en mi libreta de bocetos, un ejercicio para ser mejor y hacer mejor también mi trabajo de profesor, elaborar cada detalle y hacer las obras para una exposición, esta es mi paciencia; esperar el momento con tranquilidad, escribir una reflexión sobre mi trabajo y mi obra, sentarme a observar en mi descanso cómo se mueve todo para intentar sacar algo, quien sabe si de la psicología del mundo o de la filosofía de quien habla en una barra, para que pueda transformarse en un texto visual entre líneas, que ojalá el espectador pueda reconocer cuando vea uno de mis cuadros.
Luis García Montero dijo:
Me basta con la vida para justificarme.
Y cuando me convoquen a declarar mis actos
aunque sólo me escuche una silla vacía
será firme mi voz.
No por lo que la muerte me prometa
sino por todo aquello que no podrá quitarme.
aunque sólo me escuche una silla vacía
será firme mi voz.
No por lo que la muerte me prometa
sino por todo aquello que no podrá quitarme.
Yo coincido con Montero y añadiría la palabra arte, o la pondría en lugar de "vida", pero es una necedad decir esto, uno de esos sueños de escritor que se tienen cuando se lee a alguien tan universal y se cree que nosotros podríamos haber pensado algo igual. A mí nadie me podrá quitar cada trazo, cada dibujo, cada momento del arte entrecruzado con la vida.
Yo sigo día a día haciendo "mis cositas" como dice un alumno que tenemos en la academia, que sin querer queriendo se ha hecho su casita y su palacio en el estudio, (todo a partir de una mesa que le dejamos) y si se sienta a hacer su labor no lo para nadie aunque estemos gritando y riendo sobre él, como mi amigo cuadernista Pedro que ayer dibujando en el café La Paca me hizo recordar mis tertulias de artista en Maracaibo cuando dibujábamos hasta en los almuerzos con el gobernador en el patio de Hugo Figueroa Brett, como mi a migo Andrés que solo vive para pintar y tres cosas más que no voy a decir, como Orietta haciendo sus acuarelas de doce a dos y todas las noches, como Carolina haciendo sus muñecotes y cada tanto las seis mil horas de dibujo, como mis profesores Mario y Abdón, toda la vida haciendo y haciendo, imparables, porque si no se hace mínimo un dibujo diario las cosas serían de otra manera.
Este es mi recuerdo, hoy que cumple años uno de mis profesores: "Un dibujo diario", este es una de las frases que me hace seguir...la otra la decía mi abuela Denia: "contra pereza, diligencia".